UNA "INTERNA" MÉDICA

" Dice cierto sector del pensamiento intelectual económico, que si la envidia fuera "sana" podría ser, como sentimiento, un verdadero motor "psicológico" en el actual post-capitalismo.
En el campo de la sociedad de la información, que debería ser moderna, no obstante, pasa algo muy parecido.

Veamos como modelo, a modo de analogía y como ejemplo, una noticia propagada por todos los medios de información (habidos y por haber). Fue la "nueva" originada en boca del ahora ex-titular del INCUCAI, Armando Perichón, un ex-funcionario, precisamente por este motivo.

Y no fue dicho lo que dijo en un pasillo o en una charla de amigos de café, sino al aire -en televisión-, nada menos, y en calidad de funcionario público y fueron sus dichos acerca de la identidad de un famoso "a trasplantar", cuando este asunto es un "secreto médico" sin ir más lejos.

El médico Perichón había intentado ayudar -en el año 2008- probablemente, aunque de manera "naif". Así, cometió un grave error al pretender colaborar con la difusión de los trasplantes de órganos al anticipar un inminente y necesario trasplante cardiopulmonar para Roberto Sánchez, tal el verdadero nombre de "Sandro".

Las evidencias, la interpretación y el análisis, indican que lo hizo de buena fe.


POTENCIA MEDIÁTICA



Esta "nueva", rebotó por todos lados, no sólo por el ciber-espacio y desató la renuncia del médico, a manos de la más alta funcionaria del área del gabinete nacional por un pedido presidencial.

Días y semanas después, esta información de un hipotético trasplante, generó tal conmoción en la sociedad, que molestó en gran medida a ciertos grupos de la trasplantología argentina y por ello, se "recalentó" una verdadera "interna médica" (siempre sucede) así como otra "interna" más "brava" aún que ésta, aunque ya de tipo empresarial.

¡En este punto, no se sabe si los políticos aprenden de los médicos o viceversa!

Aunque claro, como siempre pasó en el mundo de la política, se utilizó el tema de los trasplantes como sinónimo de ciencia y "modernidad", olvidando que es una operación de rutina y que el primer trasplante de corazón fuera efectuado en el año 1968, en Sudáfrica por Barnard. [y aún antes lo fue en la década del ‘50, en EE.UU., para otro tipo de trasplante].
Y es así, aunque se requiere de una "alta complejidad", infraestructura y logística para lograrlos y llevarlos a cabo a dichos injertos, hoy en día, pero guste o no guste: el dato concreto es que ya es una rutina médica en los centros especializados.

En realidad, y volviendo a la disputa médica, estaban ambas "internas" larvadas, y por bajo la superficie, pues forman parte de una extensión de la denominada "guerra de los corazones". Es lógico, después de todo, si Sandro se trasplanta el corazón y los pulmones y sale bien; sus médicos podrían pasar casi a la mítica categoría de "semi-dioses".

Por ello, una muy "publicitada" fundación médica, que en el "reino del revés" recibió siempre apoyos económicos gubernamentales a gran escala (cuando en EE.UU, es a la inversa y las Fundaciones Médicas donan el dinero), salió a "novelar" un trasplante a un médico, cuando sufre esa institución de la inexorable ley del "recambio de las elites".

El nuestro es un país "raro", pues en lo que a "ídolos" se refiere, se les perdona todo; so pena de ser catalogado de portador de "envidia" al menos, y como mínimo.

Y esto, colisiona con algo que late en el mundo del periodismo y que debería ser función de la crítica periodística, la cual tiene una función esencial como columna vertebral de la democracia y que debería serlo y hacerlo la prensa.

Máxime con los hombres públicos o con los temas de interés público.

ESPECIAL PARA EL DIARIO "NUEVA RIOJA" Y WWW.NUEVARIOJA.COM.AR

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