LA ETICA Y EL PERIODISMO MEDICO

Encontré este artículo del oncólogo y profesor de la Sociedad Argentina de Periodismo Médico SAPEM, que vale la pena, realmente, vease aquí, la responsabilidad que implica la comunicación en salud y medicina.

La cobertura de los temas de salud en los medios es limitada y no siempre cumple un fin
claro, como podría ser, por ejemplo, la educación para la prevención y el diagnóstico oportuno
de la enfermedades dice la editorial de Bruno.

En algunos casos, la urgencia de la primicia, y en otros, los intereses “extra periodísticos”,
como los de carácter económico, político, publicitario, religioso, etc., hacen que en última
instancia la noticia de salud no cumpla con las reales necesidades de la población.

Las notas sobre accidentes, la difusión de estudios en fase de investigación, con resultados
fi nales inciertos, que abren, en la mayor parte de los casos, falsas esperanzas a pacientes
con enfermedades graves, la cobertura de las enfermedades de los “famosos”, la publicidad
vergonzosa de distintos fármacos hecha por locutores y/o conductores de programas radiales
y televisivos, hacen reflexionar sobre cuál debería ser la función de los medios y cuál es
la realidad que vivimos.

¿Hasta dónde se puede llegar bajo el abrigo de la libertad de prensa?

¿Qué parámetros se tienen en cuenta para establecer los límites éticos actuales?

El alcance y la diversidad de los medios de comunicación accesibles a la gente resultan
asombrosos: medios escritos (libros, periódicos, revistas), audibles (radio en sus diversas
formas: tradicional, postnet, etc.), visuales (televisión, películas, vídeos) y la combinación de
todos ellos: Internet. Los contenidos de esta amplia gama de medios de difusión van desde
las noticias rigurosas hasta el simple entretenimiento, desde la literatura de alto vuelo hasta
la pornografía, desde la contemplación de un mundo maravilloso, hasta la violencia diaria.

La gente, dependiendo de cómo usa los medios de comunicación social, puede aumentar su empatía
y su compasión o puede encerrarse en un mundo narcisista y aislado, con efectos casi narcóticos.

Por lo tanto, el impacto de la comunicación social en la población general es enorme.
A través de ella, la gente se relaciona con otras personas y con acontecimientos, y forma sus
opiniones y valores. No sólo se reciben y transmiten información e ideas a través de estos instrumentos,
sino que frecuentemente las personas experimentan la vida misma como una experiencia
de los medios de comunicación social. Ni siquiera los que rehúyen a los medios de comunicación
social pueden evitar el contacto con quienes están profundamente influidos por ellos.

El objetivo primordial de los medios de comunicación debería ser describir la realidad, explicando
los hechos de manera transparente tal y como han ocurrido, dado que es un mero
administrador de un bien ajeno como es el derecho del receptor a saber qué pasa, a saber
cómo pasa y a saber por qué pasa.
Existen diferentes formas de entender la misma información. La persona se vincula con el
mensaje desde su cultura, creencias e ideologías. Por lo tanto, partiendo de esta base se defi
ne el sentido de la información que está recibiendo.

En toda comunicación humana, las ambigüedades, los sobreentendidos, los malentendidos
y las interferencias de sentido muestran el carácter impreciso del lenguaje y la necesidad de
definir el significado de una conversación, de una obra, de un artículo, de una audición radial
o de un programa televisivo desde cada propio bagaje cultural.

La necesidad de que los comunicadores sean lo más objetivos posibles en el momento de
transmitir la información, a pesar de lo difícil que resulta desprenderse del contexto subjetivo,
propio de cada uno, y el progreso acelerado de nuevas tecnologías para la difusión de
información han llevado a un mayor interés por el desarrollo de una ética de la comunicación
y de la información. Al desempeñar un papel fundamental en el suministro de conocimiento
y comprensión al público, en un mundo que cambia tecnológica y geográfi camente,
los periodistas deberán guiarse por normas éticas claras, muy especialmente si están tratando
temas relacionados con la salud. Sólo de ese modo pueden brindar a la sociedad un servicio
responsable y constructivo.

La imagen que ofrezcan los comunicadores es clave para un buen conocimiento de la realidad,
pues son millones de personas las que observan el mundo a través de los medios masivos
de difusión.
Por Mario Bruno
Secretario SAPEM
FUENTE. REVISTA ARGENTINA DE PERIODISMO MEDICO. FEBRERO DEL 2010. VOLUMEN 5

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